La Soberbia, Raíz de Todos los Pecados

1. ¿Qué es la soberbia?

La soberbia es un pecado capital que consiste en tener un concepto desordenado y exagerado de uno mismo. Es creerse superior a los demás, despreciar la dependencia de Dios y poner el yo en el centro.

Definición Catequética:
Es la exaltación del yo sobre Dios y los demás. Es la madre de muchos pecados, pues de ella nacen la envidia, la vanagloria, la ira, el rechazo a la corrección y la autosuficiencia espiritual.

2. ¿Qué dice la Biblia sobre la soberbia?

La Sagrada Escritura condena repetidamente la soberbia:

“Antes de la caída, el corazón del hombre se llena de soberbia” (Proverbios 16,18)

“Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes” (Santiago 4,6)

“No pongas tu confianza en tus riquezas ni digas: ‘Con esto me basta’” (Eclesiástico 5,1)

“El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Lucas 14,11)

Ejemplo de Lucifer: Quiso ser como Dios y fue arrojado del cielo (Isaías 14,12-15)

Ejemplo de Adán y Eva: Quisieron ser como Dios y cayeron (Génesis 3,5-6)

 

3. Manifestaciones comunes de la soberbia

Creerse mejor que los demás.

No aceptar consejos ni corrección.

Creer que no se necesita a Dios.

Despreciar a los humildes o a los “pobres”.

Actuar por vanagloria: buscar que otros me aplaudan.

Juzgar a los demás desde la superioridad.

4. ¿Por qué es tan peligrosa?

Porque ciega el alma, endurece el corazón, impide la conversión, y puede llevar a rechazar a Dios. La soberbia fue el primer pecado en la historia: “No serviré” (Jeremías 2,20) — actitud de Satanás.

Jesús enseña que solo los humildes heredarán el Reino de los Cielos (Mateo 5,3).

5. Remedios espirituales contra la soberbia

Oración diaria: reconociendo nuestra necesidad de Dios.

Lectura del Evangelio: contemplar la humildad de Jesús.

Confesión frecuente: reconocer nuestras debilidades.

Obras de caridad en secreto: sin buscar aprobación.

Aceptar la corrección con humildad.

Recordar que todo lo que tenemos es don de Dios (1 Corintios 4,7).

6. Modelo de humildad: Jesucristo

“Sean como Cristo Jesús… se rebajó a sí mismo” (Filipenses 2,5-8)

Jesús lavó los pies de sus discípulos (Juan 13,12-15)

Nació en pobreza, vivió obediente, murió humillado.

También María nos da ejemplo con su Magnificat:

> “Dios derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes” (Lucas 1,52)

7. Dinámica sugerida para catequesis

Material: Tarjetas con ejemplos de actitudes (buenas y soberbias).

Actividad: Separar en dos columnas: ¿Esto viene de la soberbia o de la humildad?

Ejemplos:

“Acepto la crítica con paz” → Humildad

“Me molesta que otros me corrijan” → Soberbia

8. Oración final (puede hacerse en comunidad)

> Señor Jesús, tú que eres manso y humilde de corazón, arranca de mí todo orgullo y soberbia. Enséñame a reconocer que todo lo bueno viene de ti. Dame la gracia de amar la verdad, de vivir en sencillez, y de servir sin buscar recompensa. Amén.